13 de enero de 2023

EL ÚLTIMO AMOR DE BABA DUNJA (ALINA BRONSKY)

 A menudo las redes sociales actúan como auténticos escaparates literarios; no hace falta moverse del sofá para descubrir las novedades editoriales y los títulos que más y menos están gustando a otros lectores, y a partir de ahí hacemos listas infinitas sobre todo lo que nos gustaría leer, un imposible, ni aun viviendo tres vidas conseguiremos leer todo lo que nos gustaría, ¿no creéis? Varias de mis bloggers favoritas comentaban sus impresiones sobre EL ÚLTIMO AMOR DE BABA DUNJA de Alina Bronsky, traducida por el también escritor Ariel Magnus. No os aburro más, os comparto las mías.  




Baba Dunja ha vuelto a la zona de exclusión de Chernóbil. Tras ser enfermera durante tantos años y a pesar de la desolación del lugar, ella tiene claro que quiere pasar los últimos años de su vida en su hogar. Entre los vecinos forman una comunidad peculiar, viven libres, con sus animales, rodeados de un entorno opaco, lúgubre; y sus muertos, que les acompañan cada día. Con Marja tiene una amistad especial. Ellos mismos se autoabastecen, plantan sus frutas y verduras, beben agua de pozos que se saben contaminados pero, como comento,  viven en un mundo paralelo y así son felices. O conformistas.


" Hay días en que nuestros muertos se atropellan unos a otros en la calle principal. Hablan desordenadamente, sin darse cuenta de las ridiculeces que cuentan. El caos de voces pende sobre sus cabezas. Luego hay días en que todos se han ido. Adónde van a parar es algo que desconozco. Tal vez lo averigüe cuando sea uno de ellos ".


Su hija Irina es médico y reside en Alemania con su familia; a su nieta Laura aún no la conoce, porque ella se siente vieja para el viaje en avión y resto de traslados, y su hija no quiere ir desde lo del reactor. La comunicación es nefasta, un viejo teléfono funciona en rara ocasión, así que se escriben cartas. Un día recibe una carta de su nieta pero no entiende el idioma, y hace lo que sea buscando que alguien se la traduzca o le enseñe a traducirla. Y he aquí el planteamiento reflexivo que Bronsky nos sirve en bandeja, el hecho de haber tenido alas pero saberse perteneciente a tus raíces, el amor propio, la importancia de la familia y los lazos inextricables que la rodean. ¿Quién es entonces el último amor de Baba Dunja?


" No le tengo miedo a la muerte. Pero en momentos como este, cuando la tranquilidad me abandona, vuelvo a recordar cómo es tener miedo. No por los hijos, sino por mí misma. Es tonto aferrarse a un cuerpo que ya lo ha vivido todo. Pero estos segundos demuestran que aún no estoy tan preparada como había pensado. Sigue habiendo cosas que hace falta organizar. Palabras que deben ser escritas".



Esta obra encoge el corazón, y a pesar de su melancolía general también hay muchas pinceladas de humor. Hubiera sido una historia de cinco estrellas de no haber sido porque la traducción no es a castellano sino a español, y hay varias palabras que chirrían al lector durante su lectura, por lo que le he bajado puntuación. Si no sois tan tiquismiquis como yo, os aseguro que os va a dejar tiernos y lo disfrutaréis.