29 de marzo de 2021

" DONDE FUIMOS INVENCIBLES " (María Oruña)

Tres son los libros que forman la saga del PUERTO ESCONDIDO de María Oruña, publicados bajo el sello editorial Destino.




Comenzamos con Carlos Green, un escritor americano que pasa sus vacaciones en Suances, en La Quinta del Amo, la residencia familiar donde disfruta del verano y de la tranquilidad, hasta que un día se despierta con la estridencia de un grito. Su asistenta acaba de encontrar el cadáver de un hombre, con aparente muerte natural a causa de un infarto. El cuerpo pertenece a un jardinero de unos sesenta años. La teniente Valentina Redondo y su equipo se trasladan al lugar. La forense Clara Mújica asegura que le han cerrado los ojos al cadáver.

Ahora sé que debo regresar. Hace tantos años que no paseo por esas playas, esos acantilados, ese mágico palacio. No sé exactamente cuál es la finalidad de este viaje, ni si podré escribir una historia decente entre esos muros, pero siento que es el momento.

En la segunda trama de la obra nos topamos con Christian Valle como asistente a una charla de Álvaro Machín, especialista en temas paranormales. Allí coincide con Amelia, otra asistente al curso, también enamorada de la trayectoria del profesor Machín, y se establece un vínculo entre ellos.

La vida nos hace tropezar con escenarios llenos de magia. Hasta en la muerte más grotesca puede haber belleza: el brillo de una última dignidad, un agonizante asomo de resistencia. En aquellas ruinas humeantes se adivinaba un pasado, una historia calcinada. Lo magnífico se había transformado, con el tiempo, en decrépito.

Oruña intercala tres líneas argumentales: la muerte del jardinero, la ponencia de Machín y el borrador de la novela de Carlos Green. Haciendo un viaje al pasado descubriremos los veranos de Green con su tabla de surf y los amigos que allí hizo y a los que ahora volverá a ver. Valentina Redondo investigará el caso comenzando con Pilar Álvarez, encargada de la Quinta y que oculta ser quien es en realidad. Valle por su parte, amante de lo paranormal va mucho más allá y nos abre el universo hacia lo místico. 

También pasearemos por la Biblioteca de Suances, donde Martha Green la abuela de Carlos donaba innumerables ejemplares de sus libros, a excepción de un incunable que nunca llegó a la biblioteca.

Sin olvidarnos de Oliver Gordon, que también tiene su espacio en esta entrega de la trilogía, Donde fuimos invencibles expone a una Valentina más madura y empoderada respecto a volúmenes anteriores, enfrascada en una trama más compleja, pero con una línea estructural algo distinta a lo que la autora nos tenía acostumbradas. Se percibe un gran trabajo de documentación de fondo en esta novela al más puro estilo "quién lo hizo" y, para mí, es el libro que más me ha gustado de los tres. En definitiva, un cierre adecuado para esta saga.

Nunca nacemos solos. Siempre hay una madre, un origen, que nos da a luz. Pero morir es solitario: es un camino que hay que hacer en soledad. Y no importa que en tu último suspiro alguien te apriete la mano: no hay retorno.

16 de marzo de 2021

" LAS ESTRELLAS " (Paula Vázquez)

Desde que descubrí Tránsito editorial con "Las madres no" siempre estoy atenta a sus nuevas publicaciones. De este modo se cruzó en mi camino literario  "LAS ESTRELLAS" de Paula Vázquez, de la que hoy os traigo mi opinión.


Las estrellas son ambivalentes, por eso hablamos de estrellas buenas y estrellas malas. La compulsión de las estrellas son las pautas inconscientes con las que nacemos de acuerdo a la posición de los cuerpos celestes a la hora de nuestro nacimiento.


Este libro narra la despedida de una hija a su madre, surgida de la necesidad apremiante de desahogarse, de contar su sufrimiento, de exponer su proceso de duelo tras su ausencia, y la falta de acompañamiento en su último aliento. Una gran reflexión sobre la vida y la muerte sin entrar en terreno distópico. Vázquez carga en este relato una emoción dulce y cálida, teñida de melancolía, en que madre e hija fluctúan, cada una desde un satélite pero siempre en un mismo universo.

El tiempo del duelo puede experimentarse como la permanencia en una isla cubierta de niebla. Así puede estar la mente, confusa, errante aunque atada a un peso de hierro en una zona sin respuestas. Hay quienes pasan por alto este proceso, siguen la rutina, se levantan, se van a trabajar, hablan del asunto con cadencia administrativa, pero en silencio la falta les inundará.


Me ha emocionado esta historia y me ha cautivado por completo la sensibilidad y cercanía de la argentina, haciendo acopio de una gran inteligencia emocional con la que exponer algo tan íntimo, y de un influjo poético que está presente de principio a fin. 

No quiero desvelar más, son 160 páginas de un libro que a mí me ha sorprendido gratamente y que, por consiguiente, recomiendo.

Una emoción nueva se instaló en mis gestos, en mi lenguaje, en el modo de rechazar cualquier acercamiento. Era una capa de rencor que me había tomado las manos y operaba en mi cuerpo a voluntad. No estaba enojada con mi mamá, con su ausencia ni con su enfermedad. No quería estar con mis amigas, no quería hablar con nadie. Ninguna de esas relaciones podía darme lo que necesitaba en ese momento. El problema no eran ellos, en toda mi vida yo era la que siempre estaba en el lugar de sostén. Eso no es un camino que sea posible desandar de un segundo a otro.

9 de marzo de 2021

" LA RIDÍCULA IDEA DE NO VOLVER A VERTE " (Rosa Montero)

Hay escritores que son refugio, sus obras te ofrecen esa calidez reconfortante que todo lector busca, haciéndote sentir como en casa, con esa seguridad de acierto. Había leído diversos títulos de Rosa Montero, pero ninguno me había llegado tan profundo como "La ridícula idea de no volver a verte", para mí, y hasta el momento, su obra más personal. Estas son mis impresiones.


La autora nos hace un exhaustivo recorrido por la biografía de la gran Marie Curie, inventora del radio y el polonio. Una mujer fuerte, dura, incombustible, una de las grandes pioneras del feminismo y la integración social, abocada no sólo a sobrevivir entre un universo totalmente masculino sino a despuntar en él porque la científica fue sobresaliente. Sin embargo, y a pesar de la fascinación de Montero por este gran personaje, por mediación de los diarios de Marie conoceremos las emociones más privadas y el proceso de duelo más íntimo por el que transita esta mujer tras la muerte de su marido Pierre. Sus ambiciones, sus miserias, la más absoluta pena que rodean a esta señora aparentemente fría y gris nos da una perspectiva muy amplia y minuciosa sobre esta también madre y esposa.

El dolor es sordo, pero sigue vivo. La carga pesa sobre mis hombros. ¿Cuán dulce sería dormirse y no despertarse más?  <Marie Curie, abril 1907>


Asimismo, la autora nos narra su propia historia, la que nace tras la ausencia con la que se enfrenta cada día debido a la muerte de su marido Pablo, porque en eso precisamente se centra el duelo, en lidiar diariamente con el vacío del que se fue. Ambos relatos van confluyendo en un texto que no busca comparaciones sino únicamente una exposición de hechos y sentimientos. Dos personajes, Marie Curie y Rosa Montero, dos viudas que coinciden en muchos aspectos y que trabajan de manera exclusiva en intentar seguir adelante a pesar del hostigamiento inherente al dolor.

Eso es lo primero que te golpea de un duelo: la incapacidad de pensarlo y de admitirlo. Simplemente la idea no te cabe en la cabeza. ¿Pero cómo es posible que no esté? Esa persona que tanto ocupaba en el mundo, ¿dónde se ha metido? El cerebro no puede comprender que haya desaparecido para siempre. ¿Y qué demonios es siempre? Es un concepto inhumano. Quiero decir que está fuera de nuestra posibilidad de entendimiento. ¿Pero cómo no voy a verlo más? ¿Ni hoy, ni mañana ni pasado, ni dentro de un año? Es una realidad inconcebible que la mente rechaza: no verlo más es un mal chiste, una idea ridícula.


Personalmente hay un término con el que no comulgo y es el de pérdida. Yo opino y defiendo que lo que se pierden son los objetos mientras que las personas mueren, y que nunca se podría perder a un ser querido porque siempre nos acompañará en nuestro corazón, en nuestra alma y en nuestros recuerdos. No me gusta edulcorar la muerte o poetizarla; uno no pierde a un marido, un padre, un hermano o un hijo, sino que se siente abandonado tras su muerte pero, como digo, es algo a título personal. No hay una fórmula mágica para sobrellevar tanto cansancio emocional, pero creo fervientemente que escribir es un ejercicio útil y de gran ayuda. Expresar las emociones desde el desgarro más íntimo es, al fin y al cabo, una excelente manera de no volverse loco en el silencio del hogar o ante el ruido externo.

Me ha entusiasmado La ridícula idea de no volver a verte, me ha erizado la piel, emocionado y traspasado, y es una lectura cuyo recuerdo permanecerá perenne en mi memoria, al igual que lo hacen las personas que nos marcaron y jamás quedarán en el olvido. Este título me ha acogido, arropado y me he visto reflejada en ambos testimonios. Me he sentido identificada en el dolor de ambas como el mío propio, quizá absorbido con mayor intensidad por ser también una mujer en duelo, que vive en constante nostalgia y añoranza.

Y es raro porque aunque pase el tiempo, el dolor de la pérdida, cuando se pone a doler, te sigue pareciendo igual de intenso. Por supuesto que cada vez estás mejor, mucho mejor: se te dispara el corazón con menos frecuencia y puedes recordar a tu muerto sin sufrir. Pero cuando la pena surge, y no sabes muy bien por qué lo hace, es la misma laceración, la misma brasa.

 

¿Aún quedan dudas de mi recomendación por esta lectura? Si tuviera que definirla con una única palabra sería, sin duda, sublime.

4 de marzo de 2021

" NO DAR DE COMER AL OSO " (Rachel Elliott)

En muchas ocasiones nos acercamos a un libro simplemente por la confianza que nos aporta la editorial o por lo atrayente de un título extraño. Hoy hablamos de " No dar de comer al oso" de Rachel Elliott, editado por Alba Contemporánea. 


Sydney no ha podido afrontar la muerte de su madre cuando ella tenía diez años; lo evade de tal forma que ni celebra su cumpleaños porque no se ve con fuerza para recordarla. Uno de sus cumpleaños decide acercarse a St. Ives, el lugar donde pasaban las vacaciones familiares, que hace años que no visita pero siempre recuerda, y que dibuja desde hace dos años. El pasado le atosiga, quizá desde demasiado joven tuvo que plantarle cara a la muerte.

La primera vez que veo un cadáver tengo ocho años. Mamá me lleva de la mano por Flannery´s , los grandes almacenes que visitamos todos los veranos. Antes de encontrar el cadáver, tenemos que comprarle a papá un regalo de cumpleaños.

Ruth —su pareja— ya ni siquiera le ofrece ponerle una tarta de cumpleaños a riesgo de que vuelva a rechazarla. Viven en planetas distintos; la primera, a sus 47 años, es amante del parkour y sigue entrenando muchas horas; esta última, profesora, con un ritmo de vida sencillo y rutinario. Tenemos también a su padre Howard y su hermano Jason, con quienes mantiene una relación bastante distante; demasiados silencios agolpados en la garganta producen en realidad un ruido ensordecedorY por otra parte, tenemos a Maria y Jon, un matrimonio que convive con su hija Belle, el ancla que les une a pesar de las muchas diferencias de la pareja. Jon es pintor, María trabaja en el hospital y Belle en una librería junto con su compañero Dexter, que también tiene un huequito en la historia.  

Algo excepcional unirá a ambas familias en un momento crucial de la vida de Sydney, haciendo que todos y cada uno de sus personajes se replanteen el rumbo de su vida, tras el influjo de una oleada de recuerdos que inunda a todos los presentes. ¿Soy feliz?, ¿cambiaría algo de mi vida?, ¿es hoy el momento de hacerlo?, son preguntas que los personajes se responderán a sí mismos buscando en su yo más profundo.

Cuando el camino de alguien cambia de rumbo, da una vuelta completa, dice él. Sí, eso es, No es que esa persona viaje hacia atrás, en absoluto, porque no existe el retroceso. Más bien, revisita todos los yoes que ha sido, y tiene entonces oportunidad de elegir quién ser y quién no ser. Es un momento muy especial en el camino de cada uno.

Elliot nos presenta en NO DAR DE COMER AL OSO una novela contemporánea de corte intimista, muy entretenida, regada de unos personajes perfilados minuciosamente a nivel psicológico, en tono melancólico. No había leído a la autora previamente, pero he salido satisfecha de esta lectura así que no descarto volver a leer algo más de su obra.

En el piso de arriba, Sydney se sienta en su escritorio y dibuja la infelicidad de Ruth, como un oso pardo y cabizbajo. Nunca se menciona a esta criatura, pero a veces ella oye cómo gatea en silencio por la casa, casi hasta siente su peso cuando sube la escalera. A decir verdad, será bueno alejarse del oso cuando vaya a la costa a pasar una semana de carrera libre y bocetos. ¿Es horrible pensar eso? Añade un cartel a su dibujo: NO DAR DE COMER AL OSO.