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27 de enero de 2025

AZAMI, EL CLUB DE MITSUKO (Aki Shimazaki)

Ya sabéis lo fan que soy de la novela japonesa, así que cómo resistirme a un título más de Aki Shimazaki. Azami, el club de Mitsuko es el título que da comienzo a la pentalogía La sombra del cardo, de la que vengo a hablaros hoy. ¡Al lío!




Mitsuo es redactor en una revista; está casado y es padre de dos hijos. La vida sexual con Atsuko murió hace tres años; llevan un matrimonio políticamente correcto a pesar de que la pasión ya no toca a su puerta. El destino hace que se reencuentre con Mitsuko, una antigua compañera de clase por la que bebía los vientos, resurgiendo el fuego de las cenizas; ahora le atrae tanto que entre ellos surge una fogosidad incontrolable pero, no se puede vivir entre dos aguas. 




" - Cuando un hombre y una mujer se enamoran, se atraen por una cuestión química, ¿no?

- (...) Es evidente: el hombre y la mujer se atraen porque son opuestos como amantes.

- Opuestos sí, pero no siempre. En cualquier caso, no nos enamoramos por convención o condiciones. Son las químicas las que concuerdan. "




Descubrí primero Hozuki, la librería de Mitsuko, que es en realidad el segundo tomo de la trilogía, fue un libro que me emocionó. Se pueden leer de manera independiente pero haciéndolo en orden todo cobra mayor sentido. Azami es el origen de todo, donde estamos ante uno de los temas universales: la infidelidad; sabemos que es algo manido y recurrente en la literatura, en la música, en la vida. Lo curioso es que la autora no narra nada magistral ni  imprescindible y, al mismo tiempo, se lee de una sentada porque la lectura es ágil y entretenida.



Si buscáis una lectura sencilla y bella en narrativa, no perdáis ojo a este título y a toda su saga.




21 de enero de 2022

"HOZUKI, LA LIBRERÍA DE MITSUKO" (Aki Shimazaki)

La novelista y también traductora Aki Shimazaki no es la primera vez que aparece en esta casa. Si hace un tiempo os hablaba de El quinteto de Nagasaki, hoy os cuento mis impresiones de "Hozuki, la librería de Mitsuko", editada por Nórdica.




Mitsuko tiene una librería de viejo. La gestiona ella sola, es quien se encarga de atender a los clientes, de recopilar los libros, colocarlos y luego venderlos. Tiene un hijo pequeño, Tarô, sordomudo, por lo que se maneja mediante lenguaje de signos y dibujos, que se le dan francamente bien. En los ratos en los que su madre trabaja está con su abuela. Es un niño muy espabilado para su edad.

La mamá, soltera, hace lo que haga falta para sacar a su hijo adelante. Los viernes engaña a su madre y a su hijo diciendo que va a buscar libros para vender después en el negocio, pero en realidad es camarera en un bar de alterne. Es la única vía económica que le ayuda a subsistir. Un día acude a la librería una mujer con su hija Hanako y van entablando amistad entre sí.  Mitsuko desconfía de la mujer, quien busca libros de filosofía, y que le hace evocar a alguien de su pasado, pero Hanako Y Tarô forman un vínculo difícil de romper y Mitsuko no tiene más alternativa que ceder ante esa amistad y aguantar a esa señora de la que desconfía.

"Cada uno tiene una vida única y problemas que pueden ser increíbles. Como se suele decir: <la realidad a menudo supera la ficción> Pero después de todo, la vida del prójimo no es asunto de nadie".

Para los amantes de la novela oriental hay libros a los que no nos podemos resistir.  En esta no solo nos adentramos en un argumento envolvente sino que además el trasfondo metaliterario nos atrae de tal modo que no podemos más que dejarnos seducir.

Shimazaki juega con el lector a la intriga desde el primer momento, haciendo entrever un hilo argumental que termina siendo otro. Esto me ha gustado un montón. El libro es breve y sencillo pero envuelve mucha reflexión, especialmente en torno a la maternidad, al verdadero significado de la palabra Madre. ¿Qué serías capaz de hacer como madre para que tu hijo cubra sus necesidades? También hay varios planteamientos filosóficos respecto a la reencarnación, etc. El argumento deja un regusto de tristeza y melancolía, englobando casi sin querer un entorno distópico. ¿Qué haría yo? 

"

- ¿Cree usted en la metempsicosis?

- ¿Quiere decir la reencarnación?

- No niego su existencia, pero creer en ella es algo personal, como lo que atañe a la religión.

- Yo sí creo.  Siempre me pregunto quién fui en mis vidas anteriores y quién seré en mis vidas futuras. En cada vida, no soy la misma persona, pero el alma sigue siendo la misma mientras cambia de cuerpo eternamente. Como un collar de perlas interminable.

- Cuando una perla se cruza con otra, ése es el momento en que encontramos a alguien como nosotras. Son las almas que se cruzan.

"

Se percibe los conocimientos de la autora en plantas y flores, tan típico de la cultura tradicional japonesa, y que ya reflejaba en
El quarteto de Nagasaki. Se adjunta un glosario final para los que no conocemos el idioma, muy muy útil. 

En definitiva, un libro breve  que engloba un argumento sencillo y cautivador con el que pasar un ratito entretenido, y que deja un regusto especial. Muy recomendable.

23 de julio de 2018

"EL QUINTETO DE NAGASAKI" (Aki Shimazaki)


" Hay crueldades que no se olvidan nunca. En mi caso, no es la guerra ni la bomba atómica."

Otra recomendación de mi librero es "El quinteto de Nagasaki" de la escritora japonesa Aki Shimazaki. Bajo el sello de Lumen, no solo partimos de una portada pulcra y sugerente, al más típico estilo japonés, sino que dentro se recoge una historia muy bella. Estas son mis impresiones.


Comencemos aclarando que este libro obtuvo varios premios: Premio Ringet de la Academia de las Letras de Quebec, el Premio Literario Canadá-Japón y el Premio Gouverneur-Général en 2005. Inicialmente se editó de manera independiente  por Leméac Editeur en cinco títulos publicados en 1999, 2000, 2001, 2003 y 2004, respectivamente, y es Lumen quien en junio de este año recoge las cinco partes y los recopila en un único título: "El quinteto de Nagasaki". "Tsubaki" (camelia), "Hamaguri" (almeja japonesa), "Tsubame" (golondrina), "Wasurenagusa" (nomeolvides) y "Hotaru" (libélula) son los nombres que dan título a las cinco partes ya citadas. Un glosario final (que se agradece mucho) aporta la traducción a tan bonitas palabras japonesas y/o coreanas, por lo que la lectura del libro no concede obstáculo ninguno en relación al idioma.

En "Tsubaki" comenzamos con Namiko, quien tiene a su madre -Yukiko- muy enferma y no tarda mucho en fallecer. El abogado entrega a Namiko un sobre para ella y otro para otra persona, escritos de puño y letra de su madre, en el que hace una confesión y ciertos secretos familiares guardados durante años salen a la luz. También le solicita en su escrito que entregue el sobre al otro destinatario, Yukio. Que sus nombres sean parecidos no es mera coincidencia.

A partir de aquí, será Yukio quien comience a relatarnos con su propia voz sus vivencias en el pasado. Pero no serán los únicos que aporten su experiencia, tambien sabremos qué fue de Mariko Kanazawa, Kenji Takahashi, el Señor Uribe y otros. No quiero desvelar mucho más sobre los protagonistas, porque os arruinaría su lectura. Lo curioso es que entre personajes se dan algunas situaciones que no son fieles entre sí; creo que esto es una herramienta interpuesta por la escritora japonesa adrede, reflejándonos la realidad: que los recuerdos pueden ser tergiversados según la mente de cada persona. Realmente la historia es la misma, pero contada desde cinco prismas distintos.

"Deambulo por una calle comercial. Por poco no me choco con algunos transeúntes. No sé dónde estoy exactamente, ni cómo he llegado hasta aquí tras bajar de la colina. Me siento inerte, como si  hubiera caído en un estado de postración. Es extraño que todavía pueda caminar."

Hablamos de un pasado bastante predecible que arranca desde las primeras páginas, pero gracias a esas voces en las partes siguientes, la historia se va convirtiendo en más creíble y los personajes van hilando su propia escenografía. Todos están dotados de una belleza pulcra de espíritu, y son más bellos aún por la vinculación que les une a la naturaleza, especialmente a las flores de Corea y de Japón. Seremos partícipes de la bomba de Nagasaki como trasfondo, aunque la autora no dota el argumento de mucha ambientación, sino que se ciñe a mostrar la fuerza de los personajes, su postura ante la vida y su afán de supervivencia como el eje principal en el que se mueve la novela. No hay grandes descripciones paisajísticas, y siguiendo la pauta del estilo narrativo japonés, tan directo, Aki nos muestra sin florituras la magia de las emociones, bañadas de una prosa muy cuidada y respetuosa que envuelve a los personajes en un halo de ternura y protección, como si fuesen flores en peligro de marchitarse. 


"- Pienso en lo que le sucede a la memoria después de la muerte. Lo que hemos dicho, lo que hemos pensado, lo que hemos sabido.... ¿Adónde va todo eso después de la muerte?

- Yo no pienso en la vida después de la muerte. Creo que la memoria desaparece en el momento de morir.
-¿Cómo de puede saber que la memoria desaparece? Se sabe que el cuerpo, incinerado o entrerrado, se descompone porque tiene una forma material. Pero la memoria, que no tiene forma, ¿cómo se puede saber que desaparecerá?
- Yo creo que nuestra memoria, la mía y y la tuya, se perpetuará en el bosque eternamente."

En definitiva, un argumento breve desarrollado en capítulos cortos y que abarca más de lo que parece a priori. Si como yo, disfrutas de la narrativa japonesa, te aconsejo leerlo y dejarte deleitar por esta bonita argumentación.